Hoy he visto como un profe (cargado de libros y con cara de llegar tarde a alguna parte) le pedía a una criatura de 1BAT que recogiera unos papeles que había por el suelo de un pasillo. El profe ni siquiera ha podido pararse a comprobar el resultado de su petición.
A mí me constaba que la criatura no tenía nada que ver con aquellos papeles, pues habíamos estado hablando hasta ese momento y antes los papeles no estaban. Seguramente la divina providencia ha permitido que algún bendito los dejara caer sólo para que yo pudiera presenciar ese pequeño milagro.
El caso es que la criatura se ha puesto a recoger los papeles y además, con una sonrisa de oreja a oreja.
Te aseguro que, si alguna vez caigo enfermo de verdad, me gustaría que me cuidara la criatura.